La polémica del MCER//Tema 2 (Carla)
En la segunda sesión se desarrolló
el tema 2, en el que se trató el Marco Común Europeo de Referencia
(MCER) para las lenguas. Se trata, como su nombre indica, de un
estándar común desarrollado por el Consejo de Europa que se
establece para medir el dominio de una lengua en sus principales
competencias: expresión oral, expresión escrita, comprensión oral
y comprensión escrita. En este vídeo realizado por Cambridge English se explica el MCER de una forma un poco más detallada. A partir de las orientaciones que establece
el MCER se diseñan cursos, exámenes y materiales didácticos. El
marco divide los diferentes grados de dominio en A1, A2
(principiante), B1, B2 (intermedio), C1 y C2 (avanzado).
Este
marco nace de una necesidad que viene dada por la amplia
globalización que se ha ido desarrollando en las últimas décadas.
Es más, si nos restringimos solo a hablar a nivel Europeo, casi todo
está regulado de forma que nos podamos mover libremente, o casi
libremente, por toda la comunidad Europea: nos basta con el pasaporte
o el documento de identidad, poseemos una tarjeta sanitaria europea
con la que nos pueden dar atención médica en prácticamente
cualquier país europeo, becas Erasmus (y otras) con las que poder
estudiar en otros países, convalidación de estudios, etc. El MCER
era necesario para poder acreditar el dominio de una lengua de forma
que sea válido en cualquier país de Europa.
Sin embargo, y como en todas estas
situaciones, el MCER también tiene retractores. ¿Por qué, si,
aparentemente, es un sistema justo y cómodo para todos los
ciudadanos y ciudadanas europeas?
Según expone Neus Figueras en este artículo, el MCER fue recibido en su
momento con gran entusiasmo por diferentes motivos, entre ellos la
oportunidad del momento y el auge de la importancia del aprendizaje
de lenguas extranjeras que se dio en él. Así, se cayó en una
precipitación demasiado alta a la hora de empezar a implementar este
sistema en la educación. Dice que las propuestas del MCER son
difíciles de llevar a cabo, que necesitan una alta organización a
largo plazo, y que no son obligatorias, lo cual puede llegar a ser un
problema. De igual forma, el marco presenta una serie de carencias en
cuanto a concreción de materiales didácticos, diseños
curriculares, diseño de pruebas y exámenes, enfoques a emplear en
el aula… También menciona la necesidad de establecer diferencias
entre los niveles del MCER en las lenguas propias y las lenguas
extranjeras, así como establecerlas según los grupos de edad de los
y las estudiantes, ya que las necesidades de los alumnos y alumnas
cambian según la etapa de desarrollo en la que se encuentren.
En mi opinión, el Marco Común
Europeo de Referencia es una necesidad que llevaba años existiendo
en nuestra sociedad, ya que abre numerosas puertas a nuevos puestos
de trabajo, posibilidad de estudios en el extranjero, reducción de
papeleos, etc. A pesar de que pueda presentar algunas carencias o
aspectos a mejorar, considero que es un marco que solo debe
presentar algunas pautas comunes que diferencian los niveles en la
competencia en un idioma, y que la forma de enseñar estos contenidos deberá depender en el centro educativo o docentes implicados. Además, existen numerosos exámenes certificadores del nivel que son, o pueden ser, comunes a todo el territorio europeo. Por tanto, la certificación del nivel siempre dependerá del nivel que tenga el alumno o alumna, que deberá llegar a ciertos estándares para que se le certifique un nivel en concreto.
Referencias
Figueras, N. (2008). El MCER, más allá de la polémica. MarcoELE núm. 7.
Referencias
Figueras, N. (2008). El MCER, más allá de la polémica. MarcoELE núm. 7.
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